La autopsia realizada a Paul Walker, quien falleció el pasado 30 de noviembre reveló que el actor murió ´casi instantáneamente´.
De acuerdo con el informe forense revelado por
TMZ ni Walker, ni Roger Rodas, conductor del vehículo siniestrado, habían consumido drogas o alcohol. Además arrojó que el artista de 40 años sufrió múltiples fracturas y quemaduras por el accidente, lo cual impidió que sus órganos pudieran ser donados, mientras que Roger Rodas murió por fractura de cráneo.
En tanto la cadena CNN expuso que el Porsche GT 2005 en que los amigos viajaban iba a una velocidad de 160 kilómetros por hora.
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