En uno de los dramas legales más irrisorios de la historia estadounidense reciente, una porrista adolescente intentó procesar a sus padres porqué se negaron a pagarle la mensualidad de la universidad.
Desafortunadamente para ella, un juez de la corte de familia de Nueva Jersey determinó el pasado martes que
sus padres no están obligados a hacer ninguna cosa por el estilo. De hecho, todas las solicitudes de Rachel Canning, de 18 años, fueron negadas: mesada semanal, pago de la educación secundaria y educación superior, gastos diarios y los honorarios de sus abogados.
Y esta negativa de los padres de Rachel, Sean y Elizabeth, a no pagar la mensualidad de la facultad no se debe a la poca solvencia económica, más bien obedece a una medida extrema de retirarle los fondos a la pequeña gracias a su mal comportamiento.
“Nos rompió el corazón, pero ¿qué puede hacer uno cuando un adolescente dice: no quiero aceptar más sus reglas, pero quiero vivir bien y deben pagar por eso?”, pregunta Sean Canning.
Según los padres, Rachel siempre fue una niña problemática. Se mete en problemas constantemente y se niega a seguir las reglas más simples, como hacer las tareas básicas y mantener una hora de llegada. También intimida a su hermana y ha sido suspendida de la escuela en dos ocasiones hasta ahora. Pero cuando ella se rehusó a dejar de ver a su novio, los padres creen que es una mala influencia para ella, fue la gota que derramó el vaso. Fue entonces que le dieron dos opciones: terminar o irse con él. Efectivamente, Rachel escogió la segunda opción.
Ella ahora vive con amiga, Jaime Inglesino, cuyo padre, de profesión abogado, parece haberla animado a que demandara a sus padres. De hecho, John Inglesino contrató a una abogada y está detrás de la financiación del proceso judicial, porque según él, quiere que Rachel tenga un “gran futuro”. La audiencia tuvo lugar el pasado martes 4 de marzo en Morristown, Nueva Jersey. El proceso presentado ante el juez Peter Bogaard incluía una serie de solicitudes: el pago de un total de $ 5,306 dólares de la matrícula en una escuela particular, el pago de su manutención y transporte, honorarios legales por $ 12,597 dólares y un compromiso para financiar la mensualidad de la facultad.
La abogada de Rachel, Tanya Helfand, aseguró que a la adolescente le negaron el dinero para la facultad y que fue expulsada de su casa. Incluso en documentos judiciales, Rachel aseguró que sus padres la abandonaron al momento en que cumplió los 18 años (el 1 de noviembre) y se negaron a pagar por su educación, a pesar de haber recibido varias cartas de aceptación en diversos colegios. Pero los padres tienen una historia muy diferente que contar.
- “Amamos a nuestra hija, y realmente la echamos de menos”, dijo Sean, un jefe de la policía retirado. Insistió en que Rachel abandonó de forma voluntaria su hogar en octubre pasado.
- “Esto es terrible. Me está matando y a mi esposa también. Tenemos una hija que queremos en casa. No somos draconianos y ahora estamos siendo llevados a los tribunales. Ella exige que paguemos sus cuentas, pero no quiere vivir en casa y está diciendo: ‘No quiero vivir bajo sus reglas.’ ”
Sean también dijo que tiene razones para creer que Rachel está siendo asesorada por personas “bien intencionadas pero mal informadas” como los Inglesino. Él cree que están influenciando de una forma inapropiada a su hija.
- “Yo sé que Rachel es a) una buena chica, b) una adolescente increíblemente rebelde, y está recibiendo algunos consejos terribles. Para vivir en familia se necesitan reglas. Hay tareas sencillas que hacer, No hay toque de queda, cuando la limito al tiempo generalmente es a las 11 en punto de la noche, la cual es una buena hora para una chica que estudia al otro día por la mañana“.
De hecho, Sean dice que ni siquiera se negó a pagar la facultad.
- “Rechazo todo respecto a eso, toda la premisa. Tenemos una cuenta de ahorro que está disponible para ella, no hay duda sobre eso. Pero lo que ella desea es el equivalente a ir hacer compras a una tienda carísima y luego enviar las cuentas a alguien”, Aclaró. Rachel, quien tiene a su disposición una cuenta de ahorros de 20,000 dólares, desea asistir a la Universidad de Vermont, una universidad privada, y estudiar ingeniería biomédica.
Hasta ahora, parece que los padres tienen la justicia de su lado. Pero es aquí donde las cosas se ponen realmente extrañas: en la escuela Rachel, los profesores y todos sus amigos están en contra de Sean y Elizabeth. Inclusive en los documentos del caso hay una carta de una profesora de Inglés de Rachel, Kathleen Smith, dando testimonio de un encuentro inquietante entre Rachel y Elizabeth, en octubre pasado. Kathleen escuchó a la madre decir que no quería hablar con Rachel nunca más.
En respuesta a estas acusaciones, Sean dijo que un representante de la red de protección para niños y adolescentes, que visitó a la familia durante tres horas el año pasado, no encontró nada anormal. El oficial determinó que Rachel era una niña rebelde y mimada y detuvo la investigación.
Rachel no parece querer hablar mucho sobre el tema, a excepción de esta declaración:
- “Mis padres han racionalizado sus acciones culpándome de no seguir sus reglas. Ellos dejaron de pagar mi cuota en la educación secundaria para castigar a la escuela y re-direccionaron mi fondo de la universidad, lo que indica su negativa a costearme la educación como una forma de castigo”.
Argumentos validos de ambas partes, el asunto sería ver quien dice la verdad.
Fuente: Star Tribune
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